En 2011 más de 2.8 billones de personas viajaron en las líneas aéreas del mundo consumiendo desde alrededor de 210 millones a 220 millones de toneladas de combustible y generaron 676 millones de toneladas de emisiones de carbono mundialmente, según cifras del Air Transport Action Group (Grupo de Acción sobre Transporte Aéreo).

La industria de la aviación mundial es responsable del 12% de las emisiones de carbono de todas las fuentes de transporte y de casi el 2% de todas las emisiones de dióxido de carbono producidas por los seres humanos. La participación de la aviación en la emisión de gases de efecto de invernadero probablemente crecerá en los próximos años a medida que el transporte aéreo aumente.

Unido al hecho de los crecientes costos del combustible, las aerolíneas se sienten aún más motivadas a estudiar los biocarburantes para operar sus aviones. Los fabricantes de aeronaves, científicos y académicos se han agrupado en asociaciones como el Sustainable Aviation Fuel Users Group (Grupo de Usuarios de Combustibles Aeronáuticos Sostenibles) y la Algal Biomass Organization (Organización de Biomasa a partir de Algas) para desarrollar el uso de biocarburantes sostenibles para la aviación.

Huella Medioambiental

Los biocarburantes representan los medios más viables para reducir las emisiones de carbono de las aerolíneas, y siguen siendo pieza clave en el objetivo de la industria aérea de crecimiento neutro de carbono para el 2020 y reducir las emisiones a la mitad para el 2050. Ha habido muchos avances en los diseños y los materiales para mejorar la eficiencia del combustible y otras fuentes de energía alternativa, como la energía solar, continúan en sus etapas iniciales. Los biocarburantes no exigirían modificaciones en aviones comerciales; sólo reemplazarían el combustible actual Jet-A.

Aerolíneas como KLM, Finnair y Continental Airlines han usado biocarburantes en vuelos comerciales poco después de que organismos reguladores de la aviación internacional aprobasen el uso de biocarburantes en 2011. Otras aerolíneas alrededor del mundo podrían probablemente seguir su ejemplo.

Limitaciones Actuales

A pesar de la disposición de las grandes compañías aéreas y de los fabricantes para usar biocarburantes, los factores más prohibitivos que impiden su uso generalizado son la disponibilidad y el costo de los biocarburantes. Actualmente, los biocarburantes de aviones siguen costando de tres a cinco veces más que el combustible para aviones, dijo el Grupo de Acción sobre el Transporte Aéreo. Comercialmente, la industria del biocarburante sigue estando en su infancia y los fabricantes podrían no ser capaces de hacer frente a la creciente demanda.

Neste Oil, el proveedor de biocarburante de Lufthansa, no ha podido producir la cantidad necesaria para las aerolíneas durante sus vuelos de prueba de seis meses de duración. Los altos responsables de la aviación instaron al gobierno durante el Salón Aeronáutico de Julio 2012 a que contribuyese a implementar políticas para crear un mercado floreciente en el mercado sostenible de los biocarburantes, en forma similar a las iniciativas que ayudaron a los carburantes alternativos en el transporte por carretera.

Los biocarburantes también pueden presentar inconvenientes ecológicos.

La demanda de suelo para producir cultivos de biocarburante ha añadido presión sobre la agricultura en naciones pobres y podría desplazar los ya existentes hábitats naturales. También ha surgido preocupación por las emisiones de carbono adicionales provenientes de la quema de bosques y pastizales para sembrar cultivos para carburantes.

Asimismo ha habido preocupación por el uso de cultivos, como la caña de azúcar y maíz, para crear biocarburantes que podría elevar más los precios de los alimentos tras la mala cosecha en las regiones productoras. Para contrarrestar esa afirmación, las aerolíneas podrían tener que examinar carburantes de segunda generación que usan cultivos no alimentarios como la camelina y la jatrofa. La industria también está investigando modos de desarrollar carburante para la aviación a partir de residuos urbanos, en los cuales la falta de suministro no podría ser un problema, ya que las megaciudades por todo el mundo pueden producir millones de toneladas de residuos orgánicos para convertirlos en biocarburantes.

La industria de la aviación está viendo cada vez más un potencial en los biocarburantes, pero la adopción masiva de biocarburantes todavía enfrenta muchos retos, más pruebas y apoyo del gobierno antes de poder reducir el consumo de combustible para aviones.